
La película habla de los diferentes códigos de convivencia dentro de una favela de Río de Janeiro en Brasil. Basada en hechos reales, cuenta la historia del crecimiento del crimen organizado en los suburbios de la ciudad de Río de Janeiro, desde finales de los años sesenta hasta el comienzo de los ochenta, cuando el tráfico de drogas y la violencia impusieron su ley entre la miseria de las favelas
Ciudad de Dios, logró transmitirme una sensación de desconcierto frente al desorden permanente en que vive la gente que se muestra, víctimas de un sistema que los usa para llevar a cabo negocios que sólo son posibles en la clandestinidad. Acordémonos que ese suceso pasó hace algunas décadas.
Esta película es una muestra clara de la realidad, no solo de Brasil, si no de otros países, como Colombia, México, por mencionar algunos; aunque posee una buena imagen de la realidad, es triste ver como la violencia, la droga, y el dinero son capaces de manipular los llamados entes de control como lo son la policía, los gobernantes, entre otros. Tras muchos siglos de violencia es absurdo ver como nos matamos aun entre nosotros, y por el contrario no buscamos una forma sensata y realista de ver y arreglar el mundo. Creemos que con manipular y mejorar la fachada basta y sobra, no nos damos cuenta del trasfondo de la realidad.
Me parece una excelente película, muestra problemas que aun hoy en día no se pueden terminar dando a conocer una mala eficiencia en la repartición de recursos y una mala administración pública y delincuencia.
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