
http://www2.eluniversal.com.mx/pls/impreso/noticia.html?id_nota=334740&tabla=notas
http://www.youtube.com/watch?v=4aGMVKdxl2k&feature=related
http://noroeste.com.mx/publicaciones.php?id=520203
http://ippai.info/index.php?option=com_content&task=view&id=93&Itemid=31
¿Se puede medir la violencia? La autora hace hincapié en éste punto, ya que el ámbito de estadísticas de violencia está limitado, lo cual resulta poco fiable.
El texto de Caroline O N Moser; me recuerda drásticamente a lo que está pasado en México, con los femicidios desarrollados en Cd. Juárez, Chihuahua. Ya que desde 1993 a la fecha se han reportado 504 homicidios y 76 desapariciones de mujeres en Ciudad Juárez de los cuales 29 fueron registrados de enero a mayo de este año. El ombudsman nacional afirmó que en el Estado impera la impunidad pues gran parte de estos casos han quedado sin castigo, mientras que el gobierno no ha logrado frenar la violencia contra las mujeres en esta demarcación a pesar del presupuesto y los programas destinados a combatir la inseguridad, simplemente no hay resultados. Juárez y sus muertas son el claro ejemplo de que la ilegalidad y la corrupción son quienes mandan en México.
La aceleración de las tasas la violencia y la delincuencia son de ninguna manera un problema en específico, puesto que la marginación que existe en las zonas pobres ó barrios significa que es algo “ normal” “rutinario” parte de una forma de vida que en cierta parte se justifica al no tener acceso a oportunidades de desarrollo profesional,. Pero cuando las actividades de violencia incursionan en las zonas urbanas se manifiesta como una incompetencia de los órganos de seguridad pública.
La autora Carolina ON Moser, explica que los suburbios de la zona de Gauayaquil, Ecuador; se presentaba un alto índice de violencia, que era más bien adoptado como una forma de vivir. La violencia atacaba principalmente a mujeres; puesto que 1 de cada 5 mujeres era atacada por jóvenes a mano armada, navajas. Etc. En la zona de Guayaquil explica también que desde los años de 1978, se presentaba violencia intrafamiliar y que la sumisión de las mujeres ayudó en parte a que se desarrollara la violencia a lo que se está viviendo actualmente.
Por lo tanto, Moser expone una serie de clasificaciones de abuso/violencia que existen en las zonas urbanas, lo cual resulta interesante analizar desde el caso de México. Tales clasificaciones de violencia son en tanto: Política, Institucional, Económico, Económico-Social, Sociales. Aunque creo que es importante resaltar que faltaría agregar el concepto de Violencia estructural, debido a que la violencia no siempre es un acto físico, sino un proceso que puede ser incrustado en las estructuras sociales más amplias. Es decir extendiéndonos más allá de la noción de la violencia de cuestiones de brutalidad abierta para incluir a mas formas implícitas. Como la explotación, la exclusión, la desigualdad y la injusticia. Por lo tanto desde esta perspectiva “la violencia (puede ser) dentro de la estructura como desigualdades de poder y las consecuencias que se muestran directamente en la forma de vida. Un ejemplo sería la violencia a indígenas.
Un ejemplo; es la tasa de homicidios en la Región Metropolitana en Río de Janeiro, aumentó en un 35 % relativamente modesto, Mientras que en la Región Metropolitana de Sao Paulo aumentó en un 103 % . Es decir muestra que las diferencias entre las zonas urbanas a barrios; así mismo es el caso de El Salvador, donde el 76% de los homicidios ocurren en las zonas rurales áreas frente a sólo el 24% en zonas urbanas. Explica Moser, que en las ciudades las disparidades en los niveles de violencia son sobre la base de los niveles de ingreso de los vecindarios. .
Por último, Moser concluye con: “El temor de este tipo de violencia tiene a los pobres aislados en sus casas ya los ricos en sus segregados espacios. Por lo tanto este aislamiento a su vez perpetúa el miedo del otro y contribuye a la fragmentación de las ciudades social, económicamente y políticamente.
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