lunes, 26 de octubre de 2009

LA EXCLUSIÓN SOCIAL



Cuando hablamos de personas en situación de exclusión social como colectivo de atención preferente nos estamos refiriendo a aquellas que no pueden disfrutar de una ciudadanía social plena, en condiciones de igualdad, ni ejercer los derechos que les corresponden por verse privadas de lo que consideramos fundamental para el desarrollo humano, esto es, del acceso a una vivienda adecuada, a una protección de la salud apropiada, del acceso al empleo digno, a una educación de calidad, a una protección social suficiente y a la cultura. Entender quiénes son los excluidos y por qué tienen una participación limitada en sus sociedades es el primer paso para abordar la exclusión social como abrumador reto para la región.
La exclusión social no es algo nuevo en América Latina, pero sí ha cambiado notablemente. Los rostros de los excluidos ya no se pueden reconocer fácilmente. Pueden ser del mismo color o de la misma edad que los demás que atestan las calles de las capitales de la región, pero llevan vidas muy distintas. No son excluidos propiamente dichos, sino que han dejado de formar parte funcional de la corriente principal. ¿Quiénes son los excluidos en América Latina y el Caribe actualmente? Ciertamente que entre ellos se cuentan los miembros de grupos tradicionalmente estigmatizados, como los negros, los indígenas y las mujeres, sino que también incluyen a personas que han sido dejadas de lado a medida que las sociedades a las que pertenecen marchan a toda carrera hacia economías modernas y globalizadas.
En cuestión de inclusión y exclusión, se ha avanzado algo en la inclusión de algunos grupos, al menos en cuanto a ciertos aspectos, y también se han producido regresiones que han profundizado la exclusión. Por ejemplo, se ha incluido a las mujeres en ciertos aspectos como en la representación política formal y educación, pero todavía se discrimina en su contra en el mercado laboral, en donde obtienen empleos inferiores a los que obtienen los hombres.
Una vez más, el dinamismo de la sociedad civil y el auge de los movimientos sociales han convertido a ciertos grupos excluidos (como los campesinos sin tierra en Brasil, los desempleados en Argentina y los pueblos indígenas en Bolivia) en actores importantes en el campo político. Tal como muestra la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en su reciente informe sobre la cohesión social (2007). Actores a todo lo ancho del espectro político ahora mencionan la lucha contra la exclusión social como la tarea principal del desarrollo y la democratización de fondo.
*La venta de golosinas o minutos de telefonía celular o la realización de actos circenses en las esquinas durante la luz roja del semáforo se convierten en una forma de ingresos cuando no es posible obtener un empleo decente y bien remunerado.
*Recoger desechos reciclables de la basura, invadir edificaciones abandonadas, dormir en las mismas calles por las que transitan sus vecinos más afortunados rumbo al trabajo o al esparcimiento son algunas de las estrategias de subsistencia de los excluidos de las ciudades.
Los habitantes en zonas urbanas pobres y plagadas de delincuencia en la región, excluidos de la protección de la policía y el poder judicial, crean sus propias formas de organización para contener la violencia y proteger a las víctimas, dando, de paso, una lección de dignidad y compasión.


A pesar de todos los matices y trasfondos políticos con que se ha empleado el término, la idea de exclusión social brinda una potente consigna política a quienquiera que se preocupe por la situación de los más desprotegidos de la sociedad. Sin embargo, como suele ocurrir con las ideas que se prestan con eficacia para la movilización política y que tienen significados distintos para distintos grupos, no hay mucha claridad en cuanto a lo que se quiere decir con “exclusión social”. Incluso si la ambigüedad del concepto de exclusión social sirve como instrumento de movilización, el diseño y adopción de políticas de inclusión acusan las repercusiones de la falta de claridad conceptual sobre la naturaleza de la exclusión y las fuerzas que la producen y multiplican.
Y hablando de exclusión social, me encontré este link de Ararteko, que es una institución independiente e imparcial que presta a la ciudadanía vasca un servicio público totalmente gratuito.
http://www.ararteko.net/p_1_final_Home.jsp?seccion=s_fdes_d4_v1.jsp&codMenu=71&language=es

Texto de Alicia Ziccardi, Políticas de Inclusión Social de la Ciudad de México.
http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/grupos/barba/16zicca.pdf

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